lunes, 9 de agosto de 2010

Comisión Interamericana de Derechos Humanos revela que 22,680 madres mueren anualmente en las Américas


Por: Miguel González

Así lo señala el informe sobre la Salud materna 2010 publicado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en donde se destaca que las causas principales de la muerte materna son prevenibles y coincidentes.

América Latina es una región diversa tanto en niveles de desarrollo económico y de distribución geográfica en donde existen disparidades entre los países y al interior de los mismos, esto se destaca, también, en el acceso a los servicios de salud materna al mostrar que “el 20% de la región más pobre concentra el 50% de las muertes maternas, mientras que el 20% más rico tiene el 5% de estas defunciones”. Haití es un ejemplo claro: en dicho país mueren aproximadamente 670 mujeres por cada 100.000 nacidos vivos, mientras que en Canadá mueren 7 mujeres por cada 100.000 nacidos vivos. De otra parte la Organización Mundial de las Salud (OMS) señala que el número de muertes maternas en América Latina y el Caribe representa el triple de las ocurridas en Canadá y los Estados Unidos de América.

Aunque la mortalidad y la morbilidad materna afecta a todos los estratos sociales y económicos, la CIDH advierte que las mujeres pobres, indígenas y afrodescendientes; mujeres que en su mayoría viven en zonas rurales, son afectadas en mayor proporción que las mujeres de otros grupos poblacionales. Por no poder disfrutar plenamente de sus derechos humanos respecto de la salud materna.

El reporte destaca otros factores que afectan el acceso de las mujeres a los servicios de salud son la discriminación por sexo, raza, etnia, pobreza, región geográfica, clase social y en general las diferencias entre hombres y mujeres, hacen que ellas tengan, muchas de las veces, menor acceso a los servicios de salud que sus pares masculinos. En este orden de ideas el informe señala que en el Perú el 74% de las mujeres de las áreas rurales dan a luz en sus casas sin la atención de personal calificado, en comparación con 90% de las mujeres de comunidades indígenas. Asimismo señala que Bolivia tiene la mayor tasa de mortalidad materna de los países de la Región Andina, 290 por cada 100.000 nacidos vivos. En dicha nación las tasas varían según la región geográfica y la localidad de residencia, siendo las principales causas de mortalidad las complicaciones obstétricas, hemorragias e infecciones.

La CIDH destaca que mientras el 68% de las mujeres no indígenas de las Américas tienen cuidado prenatal profesional, el 45,6% de las mujeres indígenas lo tienen, según datos de la Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas (CEPAL).

En el reporte la CIDH llama la atención por la alarmante situación de la salud materna de las adolescentes de la región, en donde anualmente se registran 2 millones de madres entre los 15 y 19 años de edad y aproximadamente 54.000 nacimientos de madres menores de 15 años de edad. Los embarazos adolescentes son un problema serio debido a que las adolescentes embarazadas corren entre dos y cinco veces mayores riesgos de muerte materna en comparación con las mujeres embarazadas de 20 años o más de edad. Según el informe el embarazo adolescente no ha disminuido en la región de una manera significativa desde la década del 90 a pesar de la reducción de la fertilidad en la región.

El compromiso de los estados es insuficiente: se requiere mejorar el acceso a los servicios de salud y educación para las mujeres

La CIDH reconoce en su informe que los estados de la región aceptan la importancia de garantizar el acceso a los servicios de salud como un tema prioritario. En respuesta a ello han realizado esfuerzos en sus legislaciones, políticas, programas y servicios. No obstante las tendencias indican que “aun se encuentran muy por debajo de la mejora necesaria del 5,5% anual para alcanzar la meta establecida en los Objetivos del Desarrollo del Milenio”. El reporte señala que “si bien en América Latina y el Caribe entre 1990 y 2005 se redujo la mortalidad materna de 180 a 130 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, dicha cifra aun es muy alta” y refleja la grave situación de los derechos humanos de las mujeres en la región respecto al acceso a la salud y de la prestación servicios de salud con estándares de calidad que respondan a sus necesidades. Así mismo relata la ausencia de programas adecuados de educación sexual y reproductiva dirigida a las mujeres y las y los adolescentes en los diferentes países de la región. Programas que a su vez se ven enfrentados a las limitantes propias de la diversidad cultural de la región y al interior de los países.

La CIDH en su informe señala algunas recomendaciones que requieren atención prioritaria de parte de los estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA):

· La identificación y asignación de recursos humanos y materiales para trabajar hacia la eliminación de las barreras en el acceso a los servicios.

· La aplicación de medidas para reducir la muerte prevenible por causa de embarazo o parto, en especial que las mujeres tengan un acceso eficaz a servicios obstétricos de emergencia, y a la atención previa y durante el parto.

· La incorporación de la perspectiva de género y la eliminación de formas de discriminación de hecho y de derecho que impiden el acceso de las mujeres a servicios de salud materna.

· La priorización de esfuerzos y recursos para garantizar el acceso a servicios de salud materna a las mujeres que pueden encontrarse en mayor situación de riesgo por haber sido sujeto de varias formas de discriminación como las mujeres indígenas, afrodescendientes y adolescentes, las mujeres en situación de pobreza y las que habitan en zonas rurales.

· La educación a las usuarias sobre los servicios de salud, así como de servicios de información sobre sus derechos como pacientes y sobre su salud, incluyendo la planificación familiar.

· El diseño e implementación de políticas, planes y programas de salud materna en forma participativa.

· El acceso oportuno a recursos judiciales efectivos para asegurar que las mujeres que consideren que el Estado no ha observado sus obligaciones en esta materia tengan acceso a recursos judiciales efectivos.

Finalmente la Comisión señala que con este primer informe “espera contribuir con los esfuerzos de los Estados en la protección y promoción de los derechos humanos de las mujeres en su acceso a los servicios de salud materna sin discriminación”. Pero también se puede tener en cuenta este documento como un llamado de atención a los gobiernos para que se preocupen por contar con unos servicios de salud, educación y de acceso a la justicia que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las mujeres, las niñas y las adolescentes de la región de manera tal que sus proyectos de vida no se vean afectados negativamente por problemas de salud prevenibles, por embarazos no deseados o tenidos a temprana edad y por desconocimiento de los derechos que les corresponde a las mujeres sin importar su condición social, económica, política, raza, etnia y religión.

Ver Informe completo: http://cidh.org/women/SaludMaterna10Sp/SaludMaterna2010.pdf

Imagen tomada de: http://www.fluvium.org/textos/familia/fam606.htm